Incendios históricos en Barranquilla, cincuenta años, y pesar de ello olvidamos lo sucedido: 1970 – 2020 

Barranquilla, una ciudad privilegiada por su situación geográfica entre el mar Caribe y el río Magdalena, ha sido testigo de un crecimiento industrial explosivo desde la segunda mitad del siglo XX. Este auge trajo consigo progreso, empleo y desarrollo urbano, pero también trajo riesgos que, en muchos casos, no fueron dimensionados adecuadamente. Durante las décadas de 1960 y 1970, importantes empresas industriales como Celanese Colombiana, Fábrica de Hilazas Vaylon, Aluminios Reynolds, Cartón Colombia, Monómeros Colombo Venezolanos, Cementos Caribe, Gracetales y Fagrave se establecieron en el sector conocido como la Vía 40. Esta franja industrial, clave para el desarrollo de la ciudad, se convirtió en un epicentro de la actividad económica. Sin embargo, con la instalación de estas industrias también llegaron riesgos de seguridad industrial que se hicieron evidentes con los años. Mientras tanto, otras zonas de la ciudad como La Loma y el Terminal Marítimo también vieron un crecimiento acelerado. Allí operaban industrias relevantes como Eternit Atlántico, Cervecería Águila, Pizano y el Aserradero Covadonga. Incluso la Zona Franca de Barranquilla, con su papel logístico y productivo, consolidó la ciudad como un nodo industrial del Caribe colombiano. Pero la ubicación de muchas industrias dentro de barrios residenciales como Lucero, Modelo y Chiquinquirá, expuso a la población a peligros latentes. Riesgos invisibles, tragedias anunciadas Las autoridades de la época celebraban la llegada de nuevas industrias sin prever los riesgos que su operación representaba para las comunidades vecinas. Esta falta de previsión tuvo consecuencias. Entre 1973 y 1983, Barranquilla vivió una serie de incendios industriales que sembraron el pánico en la población y pusieron en evidencia las deficiencias en la gestión del riesgo. El incendio de Pinturas Lumiton (1973) Ubicada en el barrio Lucero, la fábrica de Pinturas Lumiton fue el escenario de uno de los incendios industriales más recordados en la historia de Barranquilla. En una calurosa mañana de mayo de 1973, estallaron tanques de almacenamiento de materias primas, causando una serie de explosiones que destruyeron varias viviendas cercanas. Los bomberos de Barranquilla, aunque con recursos limitados, se enfocaron en salvar vidas y evitar una catástrofe mayor. Cerraron el tránsito vehicular por la Carrera 38 y lograron contener las llamas antes de que otros tanques explotaran. El resultado fue la pérdida total de varias viviendas y la reubicación de la planta a la ciudad de Bogotá. Este evento marcó un antes y un después en la memoria colectiva sobre incendios industriales en Barranquilla. El incendio de Pegantes Pegaso (1973) Tan solo unos meses después, en una calle vecina a Pinturas Lumiton, ocurrió otro siniestro: el incendio de la fábrica Pegantes Pegaso. Esta pequeña industria, dedicada a la producción de adhesivos, funcionaba discretamente en medio del barrio Lucero. Aunque el incendio no fue tan intenso como el anterior, las explosiones de varias canecas de materia prima alarmaron a la comunidad. Gracias a la rápida acción de los bomberos de la Estación Once de Noviembre, se evitó una tragedia mayor. Sin embargo, el evento puso en evidencia la urgencia de revisar la presencia de industrias peligrosas dentro de zonas residenciales. El incendio de Holanda Colombia Otra tragedia ocurrió en la esquina de la Carrera 54 con Calle 54, donde se encontraba la empresa Holanda Colombia, especializada en almacenamiento de productos químicos. El incendio ocurrió en horas de la noche, y las llamas alcanzaron varios metros de altura. Los bomberos de la cercana estación actuaron con rapidez, pero la violencia de las explosiones provocó el colapso del edificio. Además, el fuego afectó al vecino Teatro Metro. Tras la emergencia, Holanda Colombia fue trasladada a la Calle 30, mientras que el Teatro Metro se renovó con nuevas salas de cine. El incendio en la cárcel Modelo (2014) Aunque no estrictamente industrial, el incendio en la cárcel Modelo en 2014 es otro evento crítico en la historia reciente de incendios en Barranquilla. La noche del 27 de enero, un motín entre reclusos derivó en un incendio que cobró la vida de 17 personas y dejó más de 50 heridos. La falta de protocolos adecuados por parte del personal penitenciario y la complejidad de la estructura impidieron una respuesta eficaz. Los bomberos enfrentaron serias dificultades para controlar el siniestro, lo que dejó un saldo trágico en la ciudad. Explosión en Bravo Petroleum (2022) Uno de los incendios industriales más graves de las últimas décadas fue la explosión de los tanques de almacenamiento de Bravo Petroleum en diciembre de 2022. Ubicado en la Vía 40, este siniestro duró más de 58 horas y causó la muerte de un bombero, además de dejar tres heridos. La magnitud del incendio activó alertas a nivel nacional, y recordó a todos los ciudadanos el peligro latente que supone la concentración de industrias de alto riesgo en zonas densamente pobladas. Este hecho, ampliamente cubierto por medios y redes sociales, dejó al descubierto fallas logísticas y de planificación en la respuesta a emergencias. Lecciones que no deben olvidarse Estos incendios históricos en Barranquilla no solo dejaron huellas físicas en el paisaje urbano, sino también profundas cicatrices en la memoria colectiva. Han demostrado que el crecimiento industrial debe ir acompañado de una estricta regulación en seguridad industrial, urbanismo y protección civil. Es crucial que las autoridades municipales, empresas privadas y comunidad trabajen de forma conjunta en la identificación de riesgos, capacitación en protocolos de emergencia y en la actualización de normativas que garanticen la convivencia segura entre zonas industriales y residenciales. Reflexión final Barranquilla ha sido un motor industrial del Caribe colombiano, pero su historia también está marcada por incendios devastadores que pudieron evitarse. Recordar estos hechos no es revivir el dolor, sino asumir el compromiso de no repetir los errores del pasado. Desde Pinturas Lumiton hasta Bravo Petroleum, la ciudad tiene el deber de aprender de sus tragedias y consolidar una cultura de prevención de riesgos. Los incendios industriales en Barranquilla deben ser una enseñanza viva sobre la importancia de la planificación urbana, la seguridad industrial y la protección de la vida humana. Si quieres proteger tu empresa o comunidad contra emergencias como incendios,